El sector de envase y embalaje metálico sigue gozando de una estabilidad envidiable en comparación con otros campos.
Ello es debido al alto grado de concentración que existe en esta industria (un 82% del total del mercado está controlado por seis grupos, según los datos de PuntoMarket) que dota a las compañías de una estructura capaz de resistir con firmeza la situación actual.
Sin embargo, la estabilidad del sector como tal no es uniforme para todas las compañías, como se ha visto en los dos últimos años, donde la poca "clase media" que aún existía (firmas que se mueven entre los 10 y 20 M€ de facturación) ha sido la que más ha notado la crisis hasta el punto de poner en peligro su propia viabilidad.
Con el abismo que se abre en un sector de poco más de 50 empresas, la duda actual es cómo podrá el sector afrontar los retos que se abren ahora. Parece claro que el plástico se prepara para un nuevo asalto, puede que el definitivo, para intentar comer terreno al metal en sus sectores de referencia (envase industrial, conservas y bebidas) aprovechando la necesidad de los clientes de rebajar sus costes, las mejores tecnológicas que ofrece (el plástico ha mejorado conceptos como la barrera o la conservación de los sabores) y, quizás como verdadera amenaza, las legislaciones como la francesa, que acaba de prohibir el Bisfenol A, un compuesto empleado en el envase metálico.
El sector no espera de todas formas un vuelco de su industria dadas las fortalezas que le acompañan, como su capacidad de reciclado (las tasas triplican al plástico), sus prestaciones (un envase resistente, pero a la vez ligero) y la percepción del consumidor, todavía muy positiva. Por lo pronto, 2011 se ha cerrado con cifras muy positivas, un 4,9% de crecimiento sobre 2010, que podrían seguir creciendo en 2012 gracias a los sorprendentemente buenos réditos que se están obteniendo por la exportación.
03-Ene-2013 Alimarket.es