Según cálculos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), mantener la tasa en cero de alimentos implicará dejar de recaudar US$ 12.000 millones ( MEX156.790 millones) el próximo año.
Fuente: Club Darwin.NET
La reforma fiscal que se lleva a cabo en México se plantea la eliminar los regímenes especiales que han sido favorecidos con las pasadas administraciones, como el agrícola, transporte o las maquiladoras.
Según publicó el diario El Universal en declaraciones Pedro Carreón, socio fiscal de la firma PricewaterhouseCoopers, aseguró que la tasa cero en el IVA es una “tentación muy grande”, por lo que se necesita una generalización del impuesto para evitar dar lugar a grandes devoluciones de impuestos.
Lo contrario significaría mantener un subsidio perverso que beneficia a pobres y ricos, pero termina siendo más provechoso para las personas de mayores ingresos.
Por su parte el socio legal de Ernst and Young, Herbert Bettinger, dijo que la reforma a la Ley de IVA deberá mantener en tasa cero los productos que conforman la canasta básica. “Todos los artículos de primera necesidad como el frijol, el arroz, la carne, el pescado, la verdura, todos esos deben quedarse en tasa cero”.
Desde su punta de vista, “los que no se encuentren en ese rubro, deberán ser gravados”, con una tasa de hasta 4%, donde entraría, entre otros, salchichas, jamón o todos los enlatados.
Bettinger reconoció que un IVA generalizado de 16 por ciento en alimentos sería mortal para muchas familias mexicanas, sin embargo, es necesario homologar la tasa (a 16 por ciento) en la zona de la frontera norte del país, pues el esquema vigente distorsiona la recaudación y genera paraísos fiscales indebidos.
El socio de impuestos de la firma KPMG, Manuel Rico, aseguró que el IVA debe homologarse a una tasa de 16%, la cual es muy competitiva y sería parecida a la mayoría de los países europeos.
En su opinión, con el reciente incremento de precios en algunos alimentos básicos, sería sensato proteger algunos productos y aplicar, como hacen otros países, una tasa diferenciada a esas mercancías, que puede ir de 4% o hasta 7%.
“La tasa cero debería ser solo aplicable a las exportaciones”, comentó el especialista.
Sección: Negocios
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